El niño con Síndrome de Down presenta dificultades en el ámbito psicomotor, tanto en motricidad gruesa (brazos y piernas), como en la motricidad fina (control óculo-manual).

En general, son lentos en sus realizaciones motrices y presentan mala coordinación. Tienen extremidades cortas con respecto al tronco y manos anchas, con dedos cortos y una implantación baja del pulgar. Además, la hipotonía muscular y la laxitud de los ligamentos dificultan su control motriz.

La torpeza motora que presentan influye en la adquisición de habilidades escolares como la escritura.