Los niños con Síndrome de Down tienen una capacidad intelectual inferior que se acompaña de deficiencias en su capacidad adaptativa.
Presentan dificultades en el procesamiento de la información, en su recepción y en los elementos que dan respuesta a las demandas de la situación concreta.
Tienen grandes dificultades de abstracción y de conceptualización, por lo que les cuesta acceder a los conocimientos complejos (se sitúan en la etapa de operaciones concretas de Piaget).
Una vez producido el aprendizaje, este puede no ser generalizado a otras situaciones diferentes.